2. ¿Recibiré un estipendio o salario de la Iglesia?

Si está trabajando en una parroquia en calidad de administrador de oficina o sacristán, el consejo parroquial establecerá un contrato y se acordará un salario, según las leyes laborales de la nación.

Es contra la política de la Iglesia pagar un salario al clero por los servicios que prestan en el ministerio sacerdotal. Simonía, que es la venta de artículos sagrados o la expectativa de finanzas a cambio de roles litúrgicos, la Iglesia considera un pecado. Sin embargo, sería una violación de la caridad esperar que un sacerdote viaje desde una gran distancia para cumplir algún papel litúrgico y no contribuir con su alojamiento, viaje y comida.

Las parroquias establecidas son autónomas en su estructura financiera. Pueden tener los recursos para proveer económicamente a un sacerdote para que sirva en su parroquia, pero también pueden buscar otro empleo, particularmente con una familia. Esto queda a discreción del consejo parroquial junto con el obispo. De lo contrario, la Iglesia no proporciona ni un estipendio ni un salario.

3. ¿Recibiré ayuda con el costo de las vestimentas?

Como miembro del clero de esta Iglesia, puede haber alguna ayuda. Es costumbre que los miembros de la familia de un sacerdote proporcionen las vestimentas sagradas necesarias para el trabajo, o pueden ser prestadas por otro clérigo.

4. ¿Recibiré fondos iniciales para construir una parroquia?

Esta es más una cuestión de jurisdicción. Cuando un sacerdote es ordenado, no toma posesión ni establece una parroquia automáticamente. El Obispo puede asignar a los recién ordenados para ayudar a un párroco o establecer un oratorio e invitar a los fieles a asistir a la Misa y otras ceremonias litúrgicas similares. Cuando se considere de tal tamaño como para extender el oratorio a una parroquia, el obispo invitará al sacerdote a establecer una parroquia (en consulta con el consejo parroquial) y se le otorgará jurisdicción para presidirla.

5. ¿Se permite casarse a los sacerdotes?

Una persona casada puede discernir una vocación al sacerdocio. Si después de la ordenación, su cónyuge fallece antes que ellos y desean casarse nuevamente, esto está permitido. Sin embargo, el discernimiento de una vocación involucra a la pareja y ellos también deben ser incluidos en la discusión y charlas con el Obispo y el Director de Vocaciones.

6. ¿La Iglesia ordena mujeres?

Sí; siempre que el Obispo haya aceptado su solicitud y se haya sometido a los requisitos y prerrequisitos necesarios para ser candidato a las Sagradas Órdenes. No hay discriminación por rango, fortuna, habilidad o discapacidad, puesto, género u orientación.

7. ¿Cómo comienzo los estudios para el sacerdocio?

Póngase en contacto con el sitio web . Cuéntenos un poco sobre usted y por qué desea comenzar los estudios para el sacerdocio. Recomendamos tener un director espiritual que lo guíe a través de este proceso. La Iglesia ofrece un programa de aprendizaje abierto y a distancia en línea a través de su Seminario .

8. Vivo en el extranjero. ¿Puede la Iglesia ayudarme a inmigrar o solicitar asilo?

Por razones legales, estamos obligados a decir "No". De lo contrario, nos bombardearían con un sinfín de aplicaciones y simplemente no estamos en una posición. Consulte las normativas del país de elección con respecto a estos asuntos.

9. Tengo una condena penal, ¿todavía puedo ser considerado candidato a las Órdenes Sagradas?

Echemos un vistazo a las personas que Dios ha llamado a lo largo de los siglos. Noé estaba borracho (Génesis 9:21); Abraham era demasiado viejo (Génesis 18:11); Isaac era un soñador (Génesis 22: 1-14); Jacob era un mentiroso (Génesis 24: 19-34; 27: 1-41); Lea era fea (Génesis 29: 16-35); José fue abusado (Gn. 39); Moisés tartamudeaba (Éxodo 4: 10-13); Gedeón tuvo miedo (Jueces 6:15); Sansón tenía el pelo largo y era mujeriego (Jueces 13-16); Rahab era una prostituta (Jos. 2: 1); Jeremías y Timoteo eran demasiado jóvenes (Jer. 1: 6-8; I Tim. 4:12); David fue un adúltero y un asesino (II Sam. 11-12); Elías fue suicida (I Reyes 19: 4); Isaías predicó desnudo (Is. 20: 2-4); Jonás huyó de Dios (Jonás 1: 3-17); Noemí era viuda (Rut 1-4); Job quebró (Job 1: 13-22); Juan el Bautista comía insectos (Mt. 3: 4); Pedro negó a Cristo (Lucas 22: 54-62); Los discípulos se durmieron mientras oraban (Mt. 26:40); Marta se preocupaba por todo (Lc. 10:41); La mujer samaritana estaba divorciada (Jn. 4: 17-18); Zaqueo era demasiado pequeño (Lc. 19: 3); Pablo era demasiado religioso (Hechos 26: 24-25); Timoteo tenía una úlcera (I Tim. 5:23) y Lázaro estaba muerto (Jn. 11).

De acuerdo, lo anterior puede ser un poco exagerado, pero el énfasis está en Dios, que llama a las personas desde donde sea que se encuentren. No hay una respuesta rápida y precisa para esto. Depende de la naturaleza de la condena. Lo importante a tener en cuenta es que, si una persona cree que tiene una vocación, debe saber que exige integridad, honestidad y transparencia. Necesitarán el apoyo de su párroco, referencias y, en última instancia, el permiso del obispo para continuar. Por favor, póngase en contacto con nosotros .

10. ¿Puede un miembro del clero comprometerse con partidos políticos?

Hay dos partes en esta pregunta:

(a) Si un miembro del clero busca ser elegido en alguna organización política, debe renunciar a su cargo (si son sacerdotes con jurisdicción, es decir, párroco o vicario general, etc.) y solicitar una suspensión de facultades antes de que hacer presentaciones para ser elegido para cargos políticos. Si el individuo opta por ser reintegrado a las órdenes clericales, esto quedará a discreción del Ordinario del lugar.

(b) Si un miembro del clero hace públicas sus preferencias políticas de partido, esto está permitido. Sin embargo, no se les permite presionar o imponer sus preferencias políticas en una arena a la que no hubieran podido acceder si no hubieran sido clérigos. En algunas circunstancias, los obispos pueden expresar sus preocupaciones sobre ciertas leyes que van en contra de las leyes morales y divinas, como la forma en que un país o estado aplica la pena de muerte; o leyes sobre el aborto.